Devocional 21 de julio 2021

21.07.2021

Los ojos abiertos y la fe pueden cambiar vidas

Lucas nos dice que cuando los dos discípulos llegaron a Emaús, Jesús partió el pan y se lo dio a ellos. Como resultado, sus ojos les fueron abiertos y ellos finalmente reconocieron a Jesús. Jesús descargó todo el Antiguo Testamento para que ellos pudieran recibir claridad en medio de tanta confusión.

25Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! 26¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? 27Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.

28Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. 29Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. 30Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. 31Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. 32Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? 33Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, 34que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. 35Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan. Lucas 24:25-35 RVR.

Así que, podemos encontrar una conexión entre el partimiento del pan y el recibir vista espiritual.

Sin embargo, antes de que Jesús comenzara a revelar las escrituras ante los ojos de estos dos discípulos, él tuvo que confrontarlos. Les dijo que ellos eran torpes porque eran lentos para creer. ¿No somos todos así? Nuestra mente es el problema y es también la causa de nuestra ceguera espiritual. Nos hemos conformado a las creencias de este mundo. Esta es la razón por la cual no podemos reconocer a Jesús, aun cuando él camine y hable con nosotros.

¿No es bueno haber identificado la causa de nuestra ceguera? Sí, es bueno, ya que ahora podemos dejar de conformarnos a este mundo. Ahora podremos comprender la importancia de renovar nuestras mentes y entonces poder ser transformados.

Que nuestra oración sea: «¡Señor abre mis ojos!».

Que nuestra declaración sea: «¡Señor, yo confío en ti!».

Los discípulos camino a Emaús encontraron un nuevo propósito. Ellos regresaron a Jerusalén con una misión. Se fueron a buscar a los discípulos de Jesús para animarlos y para luchar en contra del desánimo en ellos. Ellos sabían que no podían quedarse con la experiencia que tuvieron camino a Emaús sin compartirla.

16Pero los once discípulos se fueron a Galilea,Mt. 26.32; Mr. 14.28. al monte donde Jesús les había ordenado. 17Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. 18Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,Hch. 1.8. bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Mateo 28:16-20 RVR

No hay nada como tener propósito y visión para poder salir del desánimo. Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena (Proverbios 29:18, LBLA).

Déjame presentarte a tres hermanas inseparables: depresión, tristeza y soledad. Ellas trabajan, por supuesto, mano a mano y juntas para oprimirnos. No obstante, el adquirir un nuevo propósito de servicio, actuará como uno de los mejores antidepresivos que podamos encontrar.

Puedo asegurarte que, si sales de tu zona cómoda y buscas a las almas perdidas, a aquellos que estén enfermos o en las calles, podrás con seguridad encontrar alivio y buen ánimo. Puede ser que otros estén pasando por situaciones terribles. Comparte tu pan con el indigente y con aquellos en necesidad y tanto ellos como tú encontrarán consuelo y sí, gozo renovado.

Jesús nos dio a todos la Gran Comisión. Por lo tanto, salgamos a buscar las almas perdidas. Salgamos y compartamos como testigos lo que hemos visto y oído.

Tomado del plan de lectura bíblica de la App de Youversion "5 Conversaciones con Dios".

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